Los Soprano: Don´t Stop Believing.

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Estamos viviendo la edad de oro de la series. La TV llama de tú al cine. La pequeña pantalla se ha hecho adulta. Sus primeros pasos fueron melodramas y sitcoms. Algunas de buena calidad, pero nada comparado con lo que se hace ahora. Comenzó a descubrirse a sí misma gracias a Twin Peaks. Jugueteó con sus medios cual adolescente, observó sus capacidades y su potencial; ya estaba lista para la mayoría de edad. Esta llegó cuando gracias a la HBO se estableció una relación duradera que nos brindó y nos brinda grandes productos.


Miembros de "La Familia" de New Jersey
Los Soprano es algo más que una serie sobre la Mafia y el Crimen Organizado. David Chase, creador de de esta obra maestra, fundó un nuevo estilo de hacer ficción en televisión. Para ello contó con guionistas de la talla de Terence Winter (El lobo de Wall Street) (Broadwalk empire) o Tim Van Patten (Boardwalk Empire).  Los cimientos de esta histora se hunden en la construcción de los personajes, en su desarrollo a lo largo de las seis temporadas, en la relación que se establece entre ellos y en unos guiones cuidados al detalle. Pero sobre todo, destaca la imponente sombra y figura de Tony Soprano, interpretado por el gran James Gandolfini. Y es que él es el centro sobre el que gira toda la trama. La relación con su familia, su psicóloga, sus amantes, sus amigos, sus enemigos y hasta con los animales, muestran una faceta distinta del personaje.

Tony Soprano es miembro de una familia mafiosa de Nueva Jersey. Por causa desconocidas sufre un desvanecimiento. Tras ser descartadas las causas médicas físicas, comienza a visitar a la psicóloga Jennifer Melfi (Lorraine Bracco). Esta terapia es un secreto para el resto de "La Familia", ya que se vería como un signo de debilidad, de pérdida de autoridad y esto, en el mundo en el que vive podría ser mortal. Pero Tony también es un padre de familia tradicional. Preocupado por sus hijos pero delegando la responsabilidad de la educación y cuestiones domésticas a su mujer. Aunque a menudo debe intervenir de mala gana. 

Pero si Tony Soprano es complejo, no lo son menos el resto de personajes. Cada uno tiene una personalidad distinta, una evolución diferente. La mujer de Tony, Carmela Soprano (Edie Falco), tiene una personalidad fuerte, sabe cómo conseguir lo que quiere de su marido, sabe qué guerra debe pelear y cual no. La doctora Jennifer Melfi está fuera del mundo criminal y sin embargo, acepta como paciente a un sociópata sabiendo perfectamente a lo que se dedica. Se escuda en su profesionalidad y asume como un reto personal la terapia con un paciente de dichas características. Es una mujer independiente, fuerte y muy inteligente pero cuyos principios éticos y morales se tambalearán a causa de su relación con el mafioso.

Anthony, Tony y Carmela.
La lista continúa con el inestable Chris Moltisanti, Livia Soprano (personaje odiado por antonomasia), Corrado Soprano, Meadow y Anthony Soprano, Paulie Gaultieri, el fiel Silvio Dante, Bobby Bacala, Adriana La Cerva, la irritante Janice Soprano y un largo etcétera. Todos hipócritas, todos especiales. El espectador empatiza con los personajes, en concreto con Tony Soprano,  y siente una extraña sensación de fascinación -teniendo en cuenta que son asesinos, extorsionadores y traficantes- pero ¿quién no entraría a tomarse una copa con ellos en el Bada Bing? ¿Quién no se sentiría honrado de sentarse en la mesa familiar a degustar los ziti al horno de Carmela? ¿Quién se resistiría a comprar unas salchichas en Satriale´s? Bueno, esto último mejor no.

La música cuidada al detalle resuelve muchas situaciones. Cómo olvidar “Woke up this morning”, la sintonía de cabecera interpretada por Leonard Cohen o “Con te partiro” de Andrea Bocelli en el final del capítulo “Commendatori”. Y por supuesto no puede faltar “Don´t Stop Believing”, del grupo americano de rock Journey, en este trío de canciones memorables de la serie.


Los Soprano es una serie que amas u odias, no caben las medias tintas. Su ritmo es en ocasiones lento, la violencia explícita y utiliza el humor negro en multitud de ocasiones. Pero su estilo y sus personajes te atrapan y al final de la sexta y última temporada ya eres un Soprano más. Por eso tardas unos segundos en reaccionar, la serie ha terminado. La pantalla está en negro.

Puntuación de CINEREW: 9 Sobre 10






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