"No hay reglas que seguir para continuar vivo. No puedes decirte
si me atengo a estas normas estaré a salvo."
La supervivencia era cuestión de aleatoriedad,
de una pistola encasquillada, de suerte. Steven Spielberg es capaz de retratar la
barbarie. De perpetuar en imágenes el horror que sabemos que existió pero del que
apenas quedan fotografías. La masacre del gueto de Cracovia rodada con una
crudeza espeluznante es sólo uno de los ejemplos.
Oscar Schindler (Liam Neeson) es un
empresario fracasado y mujeriego que aprovecha la guerra para hacer negocio.
Los judíos son obra de mano barata, son la herramienta perfecta para ampliar
sus beneficios. Esta ceguera autoimpuesta ante lo que realmente está sucediendo
desaparece ante la imposibilidad de retirar la mirada en cada asesinato.
Shindler es el reflejo de parte de la sociedad alemana; no querían creer lo que
estaba ocurriendo, no querían verlo. Pero aunque apartaran la mirada, las
cenizas de cada cuerpo carbonizado caían sobre sus cabezas.
![]() |
Schindler observa el asalto al gueto de Cracovia |
Tras la matanza del gueto de Cracovia, Schindler emplea su inteligencia y todas sus
artes embaucadoras ante los mandos Nazis, en especial con Amon Goeth (Ralph Fiennes)
dirigente del campo de concentración de Plaszow para proteger a sus trabajadores
judíos. Sobre todo el de su contable Itzhak Stern (Ben Kingsley). Él es parte
de la conciencia de Oscar Shindler. Él comienza la gran labor rescatando como
trabajadores a los más débiles, a aquellos que en ninguna otra fábrica tendrían
opción de sobrevivir.
Pero La lista de Schindler no es sólo
la historia de Oscar Schindler. La película cuenta la vida de un campo de
concentración, la vejación constante, las condiciones inhumanas en las que millones
de personas vivieron y otras tantas murieron. Intentas respirar con las
víctimas en el vagón en el que son hacinadas para su transporte, contienes el
aliento en las frías duchas y sufres cada golpe que recibe Helen Hirsch.
![]() |
Amon Goeth; muestra su odio con la mirada. |
La película llega a las emociones
del espectador gracias a la magistral combinación que Spielberg hace de cada
elemento que compone una obra cinematográfica. Los actores, desde Liam Neeson,
Ben Kingsley y Ralph Fiennes, hasta los extras conmueven con cada palabra, con cada
mirada, con cada gesto.
John Williams, hace de la banda
sonora un sutil hilo conductor. Sin caer en el melodrama, el violín te sumerge en
la pantalla. A veces, la dureza de las imágenes es tal que no percibes la
música, pero está ahí, llevándote de la mano. El piano golpea con fuerza, sirve
de cortina acústica y tétrica de la matanza, de las ráfagas de metralletas, del
asesinato.
La fotografía en blanco y negro
con su pequeño detalle a color es magnífica. Consigue un realismo innegable, a
veces incluso documental. La ausencia de color no quita crudeza al film, la
sangre es negra y espesa, impresiona igual. Los fogonazos de los focos de
vigilancia de Auschwitz en plena noche aterrorizan igual. El color se apaga apenas
al minuto de comenzar la película, el horror ha comenzado, solo se encenderá
cuando el infierno acabe.
![]() |
Revisión médica en el campo de Plaszow |
No es posible resumir en una
breve reseña lo que abarca La lista de Schindler. Hay tantos detalles, tantos
diálogos que analizar, cada escena es un mundo, cada secuencia es una lección
de cine. Spielberg construye una enciclopedia de lo que fue el Holocausto. Pero
sobre todo es una sentencia contra el olvido. Nadie debe olvidar por muchos
años que pasen lo que ocurrió y que hubo personas que arriesgaron su vida para
salvar las de otros. Hubo muchos héroes, algunos murieron, otros sobrevivieron,
pero todos tenían un nombre. Cada nombre es valioso, porque cada nombre es una
persona, una persona...
"No olvidarán el nombre de Schindler fácilmente, te lo aseguro.
Oscar Shindler dirán. Todos lo recordamos, hizo algo extraordinario, algo que
nadie había hecho nunca."
Puntuación de Cinerew: 9,5 Sobre 10
Publicar un comentario