Casi 60 años después de Los diez mandamientos de Charlon Heston,
Moisés vuelve a ser el protagonista de una gran superproducción de Hollywood.
Ridley Scott se siente como pez en el agua en películas de carácter épico y no
le ha temblado el pulso al presentar al Moisés (Christian Bale) más guerrero. Sin embargo, el director británico no es
capaz de sorprendernos. Esta “nueva” epopeya recuerda mucho a películas
anteriores de su filmografía, especialmente a Gladiator.
Los efectos digitales están bien
realizados en su conjunto, pero no suplen la falta de personalidad del film. La
película es correcta en su realización, en la interpretación e incluso en el
guión. Sin embargo, la sensación para el espectador es de ver una sucesión de
acontecimientos que a falta de originalidad en la forma, empieza a perder
interés por el contenido, que es de sobra conocido.

La banda sonora a cargo del
compositor español Alberto Iglesias siempre es un buen seguro que vuelve a confirmarse
en Exodus: Dioses y reyes. La
heroicidad en las batallas, el duelo por
la muerte o la tensión en la persecución vibran en cada compás. No sería
una sorpresa volver a ver de nuevo al donostiarra nominado a los Oscar.
Ridley Scott debería sacudirse el
polvo de las epopeyas de la antigüedad. Desde el gran éxito de Gladiator todas
están cortadas por el mismo patrón pero sin la calidad de la primera; El reino
de los cielos, Robin Hood y ahora Exodus. Entretienen pero no sorprenden.
Quedan como un recuerdo vago en el subconsciente del espectador.
Nota de Cinerew 5,5 sobre 10.
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